miércoles, 28 de enero de 2009

En blanco

Cómo vuela el tiempo, ya pasó otro año y seguimos aquí, todo igual y a la vez tan diferente.

Estoy rodeada, todo a mi alrededor es blanco y negro. La nieve, esa capa virgen y perfecta, de un blanco tan puro que nada más tocarla se oscurece, se vuelve grisácea hasta convertirse totalmente negra; debido a que la tocamos, destrozamos su pureza blanca, por eso acaba desapareciendo.

Como yo, acabaré desapareciendo entre estas montañas construidas de blanco y negro, en ocasiones algo en azul, pero es raro. Cada vez se ve menos, voy siendo sepultada poco a poco hasta desaparecer. Me ahogaré en ríos de letras que corren como buenos afluentes hasta su mar, hasta su final, su muerte. ¿Por qué corren si saben que es para morir?

Quizás desean morir. Entonces será esa la razón por la que me presionan e intentan ahogarme, pretenden que les ayude a llegar a su final, a su fecha señalada en el calendario. Febrero.

Pocos días, muchos lamentos y demasiados esfuerzos. ¿Vale la pena? Son ya 5 años y ahora más que nunca siento que se aleja esa luz del final del túnel.

Será el frío, culpemos al invierno aunque sepamos de antemano que es inocente. No intentará defenderse. Él es el culpable de extender ese manto blanco que me cubre e hiela mi alma...

Aunque ahora me parezca lejano, sé que acabará desapareciendo y mi corazón recuperará su calor.