Nobody is perfect

Ayer fue un día tranquilo, a pesar del ajetreo y la comida en compañía de esos tres locos fue bastante ordinario. No ocurrió nada, hasta que me puse a ver un clásico, "Some like it hot" o como se tradujo aquí "Con faldas y a lo loco" de ese genio llamado Billy Wilder.

Conocía el final, pero eso no impidió que disfrutara de las dos horas de película, sabía como acabaría, está en el subconsciente colectivo aunque a decir verdad, no me lo esperaba.

Fue como la vida, sabemos el final pero eso no impide que la disfrutemos antes de llegar, de hecho, si no supiéramos cómo acaba, no la valoraríamos en absoluto. Por eso ahora me siento perdida, la dura bofetada de la realidad ha movido mi perspectiva, suelo ser confiada de primeras pero un pequeño "click" en mi cerebro me ha hecho parpadear dos veces más rápido y así he podido ver la realidad de que no podía ser real, qué paradoja ¿no? Y ahora, la decepción y la incertidumbre están dormidas en mi espalda hacen que cada vez me acerque más al suelo, con el peligro de caer.

Odio no tener el control, aunque sólo fuera una sensación ficticia, pero ni tan sólo eso puedo sentir.

Casi me dejo engañar. Nobody is perfect.

Paternalismo

Esa actitud que tanto odié en su tiempo, la estoy tomando yo ¿Por qué? Lo desconozco.

¡Maldita sea! (como diría Wyoming)

No es altanería, tampoco que subestime a la otra persona, arrogancia podría ser pero no es el caso. Lo hago porque me sale así, no puedo evitarlo.

Te miro, te observo. Veo que has madurado en este tiempo, me gusta.
Pero a la vez veo lo que he cambiado, y eso no me agrada.

Discúlpame si soy paternalista contigo, no es mi intención, te ruego que me perdones y si te molesta deberíamos establecer una "palabra de seguridad" para que cuando caiga en esa actitud, sólo con unas sílabas se detenga automáticamente.

En el fondo creo que es por el efecto espejo, necesito a alguien que me abrace, que me haga sentir segura y diga que todo va a ir bien, que será algo bueno, mi vida saldrá de este estancamiento de desilusiones y abandonos. Como hoy, un día vacío con una decepción más, un pozo negro sin fondo que absorbe todas las piedras que lanzo con el objetivo de conocer su final, pero nunca me permite oir nada, ni siquiera un indicio de que tiene fin.

¿Hay alguien ahí?

Toc, toc.
¿Sí? Adelante, adelante. Pase sin pudor, esta es mi mente, revuelta, hecha un lío.
No sé exactamente la razón, la verdad es que no hay sólo una. Son muchas, muy pequeñas pero juntas se convierten en una bola de nieve que amenaza con sepultarme.
Ójala este calor sirviera para derretirla pero no es el caso, la única opción que tengo es quemar adrenalina, cansar tanto mi cuerpo que no permita a mi mente pensar en nada.
Vamos a la Warner, quiero quedarme completamente vacía para después sentir sólo la ginebra por mi garganta.

Corramos, es mejor no perder el tiempo. Él no se detiene, es implacable.

Vive sin pensar, es la única alternativa posible. Quema tus neuronas, no les permitas funcionar, llévalas a la extenuación.

Sí, eso haré.


Mente en blanco.