lunes, 29 de junio de 2009

Hoy, estatua de sal...

Hoy, un día más, simplemente otro más. Quizás aburrido, soso o no aprovechado, qué más dará. Fue ese mail el que intentaba crear un cisma.

Un simple mail.

Tres líneas sin sangrado ni justificación y un archivo adjunto. Sólo eso.

Lo siento mucho, te creías Rey y ni siquiera fuiste sapo. Te dí más poder sobre mí del que debí, lo sé, pero todos nos sentimos débiles y caemos, fuiste mi secta particular.
Ahora no puedes lavarme el cerebro, no puedes hacerme sentir mal.
No eres tú el creador de mi malestar, quiero dejarlo claro, no eres tú ¿me oyes?

NO ERES TÚ.


Simplemente me siento mal por mí y por algo ajeno a ti, que no se te olvide que saliste de mi vida por tu propio pie y sin mirar atrás. No pretendas volver tan rápido como marchaste, mejor, no intentes volver, puede que te conviertas en estatua de sal.

Es tu vida y tú decides;
pero yo no quiero ser una silueta en tres dimensiones de cloruro sódico.

Así que simplemente, déjame en paz.

0 comentarios: