Sabía que había gato encerrado, como todo en mi vida. Es imposible que me salga nada bien nunca. No sé si es culpa del maldito karma o del destino, pero ya me he hartado.
Dos meses de plazo, si no, me lío la manta a la cabeza y desaparezco.
Pero esta vez de verdad. No como Barcelona.
Irme en serio, sin medias tintas.
Y basta de lágrimas.
Dos meses, ya lo digo.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Deep inside, cry, cry, cry.
Publicado por
Minaya
en
18:51
Etiquetas: ausencias, decisiones, proyectos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Han pasado dos meses, y no quiero que te vayas.
Lo siento. Soy idiota.
Pasaron los dos meses. No me iré ahora mismo, ya que el objetivo que me marqué me permite ampliar el plazo, pero me iré.
No. No eres idiota. Sólo que a veces te falta un poco de tacto al decir las cosas (que conste que no eres la única).
Espero que algún día me expliques tu objetivo, si quieres, claro.
Sé que me pasé. Lo siento mucho. En mi defensa diré que, aunque me calenté demasiado y dije cosas que no debía, no tenía mala intención. Me preocupan algunas cosas, quiero verte feliz. (sé que no era la manera).
Publicar un comentario