domingo, 31 de mayo de 2009

No puedo evitarlo

Me sigue emocionando como el primer día, ¿por qué? No lo sé, un personaje tan bien construido con este final, es como si fuera alguien de mi familia. Es la 4ª vez que lo veo, y aún me quedan unas cuantas todavía, una de ellas esta noche, así que volveré a llorar como una magdalena, como he hecho hace un rato, igual que estoy haciendo ahora, desconsoladamente.
Puede que lo relacione con alguien que quiero mucho en mi familia y sólo pensar que la voy a ver sufrir, que ocurrirá pronto y no puedo hacer nada por evitarlo. Se me deshace el corazón.

Perdonadme este momento de debilidad, yo no soy así, no muestro mis sentimientos. Haced como si no hubiera pasado nada. Gracias.

Somewhere over the rainbow...





sábado, 30 de mayo de 2009

He decidido mi futuro


¡¡Y quiero vivir aquí!!

¿Alguien sabe qué avión debo tomar para llegar?

domingo, 24 de mayo de 2009

Emergency Chocolate

Tengo un paquete blanco con una cruz blanca sobre fondo rojo traido desde la mismísima NYC. A su izquierda reza lo siguiente: "Emergency Chocolate". Viene con sus intrucciones de ingesta incluidas, es perfecto. También dice (un poco más abajo):
For immediate relief for: (atención, esto es importante)
Chocolate cravings... no, no tengo antojo de chocolate
Lovesickness... tampoco
Exam Pressure... bien, primer síntoma que padezco
Mild Anxiety... Bueno, no sé si llego a leve o es consecuencia del anterior
and... Extreme Hunger... No, tampoco lo cumplo.

¿Debería quemar este último cartucho y abrirlo? ¿Estoy en una situación de emergencia o sólo de alerta leve?

Qué dilema, ¿qué haría Jed Bartlet (para la gente normal, el Presidente de mi amados EEUU en "The West Wing") en la sala de situación? Puede que tomara medidas inmediatas o que Leo MCgarry (Jefe del Estado Mayor) le aconsejara resolverlo diplomáticamente...

Intentaré firmar un Acuerdo de Paz o al menos una tregua temporal conmigo, espero no incumplir el alto el fuego...

(Y Emergency chocolate respiró tranquilo, al menos seguirá vivo durante un tiempo)

martes, 19 de mayo de 2009

Conversaciones...

Solo tengo ganas de llorar, no sé por qué. Mis ojos están atestados de lágrimas en cuanto giro una esquina, entro en el coche o cierro la puerta del baño. ¿Por qué?

- No lo sé
-¿Cómo que no lo sabes?
-Pues eso, no lo sé, tú deberías conocer la razón, no yo.
- No, no tengo ni idea. Es esa sensación de impotencia mezclada con desesperación...
-Aham... ¿has perdido a alguien recientemente?
- No, bueno, Benedetti cuenta pero no le conocía personalmente
-¿Te ha dejado el novio?
- ¿Novio, qué novio?
-Vale... se me acaban las opciones... déjame pensar...
- ...
-Ya está, ya lo tengo, tienes un principio de depresión
-No, tampoco es eso, siento que no soy nada, pero no es eso. Porque no quiero estar en mi cama tirada las 24 horas, quiero salir a correr, a gritar y que mis lágrimas vuelen con las hojas que arrastra el viento...
-Por dios, hija, qué rara eres, déjame un rato a solas que al final me vas a rallar a mí
-Pero si estás dentro de mí, tú eres yo...
-¿Y qué? Me abstraigo de ti, porque no te aguantas ni tú misma. Ala, ¡adiós!
-¡Oye, oye! ¡no me dejes sola! eeeeeeeeoooooooooo
-
-No, si encima resulta que soy una insensible...

viernes, 15 de mayo de 2009

Por mayo, era por mayo

Cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor.
Cuando los enamorados
van a servir al amor.


Es curioso lo que la mente escoge para que perdure en el tiempo. Este poema (más largo) me lo aprendí allá por la primaria (en 5º más o menos, creo recordar) y siempre cuando empieza mayo me viene a la mente.

Esto del recuerdo lo saco a colación porque es época de estudio, sí amigos, estamos en mayo y nadie se libra, los de la ESO, bachiller y, sobre todo, universitarios se lanzan a las bibliotecas a devorar apuntes.
Eso es lo que debería estar haciendo en este momento, bueno, o bajar a correr que hoy es Training day, jejeje. Estoy sola en casa (al 100%) y no me aburro, lo que pasa que me persigue una nube negra sobre la cabeza recordándome dónde están los apuntes y me resisto a mirar a esa esquina que intenta atraerme cual sirena a Ulises... Vale, me he pasado, porque los apuntes en lugar de mi perdición son mi salvación... así que venga, haré caso a esas llamadas incesantes. Me voy a ello, sí, sí, has leído bien.

¡Voy a empezar a estudiar!